viernes, 30 de mayo de 2008

*****
CARTAS A MILAGROS
Defensa del liberalismo y crítica a la idea antiglobalización y al llamado cínicamente progresismo

1. Prólogo

Un buen día casualmente reencontré a Milagros, una antigua amiga y compañera de trabajo. A pesar de que el recuerdo de los buenos momentos del tiempo pasado surgiera entre nosotros y la nostalgia nos invadiera, el inevitable alejamiento volvió a producirse. No obstante, nuestras conversaciones siguieron vía internet. De ahí surgen las mencionadas cartas que, desbrozadas de las usuales frases personales y con el permiso de ella, las distribuyo entre amigos y conocidos para explicar, dentro de mi modestia, conceptos liberales que, por desgracia, se encuentran poco desarrollados en la actual sociedad, y denunciar la formidable maquinaria propagandística de la izquierda, llamada cínicamente progresista, que lejos de aclarar juicios, mantiene inamovible los viejos tópicos desfasados y sin ninguna veracidad, que harto de repetirse se convierten en axiomas. Denuncio la maquinaria propagandística y la mentira de los órganos directivos que viven de sus posturas, no a aquellas personas de principios socialistas, honradas y de valores morales reconocidos que, contra la realidad manifiesta, luchan con lealtad por sus ideales, en la creencia de considerarlos aún válidos para el bienestar de la humanidad. Los primeros, manipulan la historia e influyen en hombres y mujeres; los segundos, sin influencia en la sociedad, no tienen más que la oportunidad que le otorga el voto y el mantenimiento de su propio error.
Este, llamémosle análisis político, se basa fundamentalmente en las respuestas que doy. Dos motivos me impiden añadir los correos que las originaron: Una, el respeto a mi amiga. No tengo por qué utilizar algo que no es mío. Dos, la falta de rigor científico de sus cartas, con abuso de frases manidas, sobradamente conocidas y propias de la juventud que dejamos atrás; además, indirectamente se sobreentienden, ya que sus planteamientos se aluden en las contestaciones.
Por higiene mental y, sobretodo, por sentido de responsabilidad ante la humanidad, hay que recordar que las ideas, tanto las benefactoras como las opuestas, pesan. Hay que tener sumo cuidado con su uso, especialmente con las políticas, ya que socavan y exterminan con más extensión y profundidad que el arma más poderosa. Entre ellas se encuentra la idea socialista: Recogida en su largo devenir histórico por Carlos Marx; llevada a la práctica, justificando el engaño y la violencia para conseguir sus objetivos, por Lenin; consolidada, tras millones de asesinatos, por Stalín, Mao, Fidel Castro y un largo etcétera; y seguida por innumerable legión de incondicionales.
Como el tiempo moldea y las circunstancias a veces obligan, hubo una división en la doctrina socialista. Una parte abjuró del marxismo, aunque en muchas ocasiones sus practicas siguen siendo leninistas, y otra continuó con ambos principios. Aquellas que se desgajaron de su origen primitivo, se camuflaron en el juego democrático, se revistieron de ropajes menos trágicos y crearon una mezcolanza descafeinada de marxismos recalentados. Y todo ello, sin dejar por un momento de alzarse como bienhechores de la humanidad, creerse creadores de la libertad y de la democracia, y sentirse moral y culturalmente superiores a cualquier otra opción diferente a las suyas, especialmente a la opción de la derecha, que para ellos es la expresión maligna de la historia. Porque cuando se ha llegado a la democracia desde el marxismo leninismo, y no se han hecho las necesarias reconversiones y entonado el mea culpa de sus atrocidades, las cosas tienen otra realidad. Esta es la mistificación de la izquierda vendida por su formidable máquina de hacer propaganda. Son, según ellos, el faro y la guía de la humanidad. Esta creencia mueve a millones de seres humanos, muchos por convicción y otros, los menos pero con enorme influencia, por intereses, económicos y de poder.
Con esta conducta se puede entender perfectamente que el socialismo fascista pudiera ser condenado en Nuremberg, pero que el socialismo de Marx, de Lenin y de sus seguidores siga en los altares dándonos clases de moral y buen comportamiento. Así pues, si la democracia existente no está gobernada por ellos, no es democracia, y todo lo que no esté con sus postulados o cualquier crítica a sus principios, a sus actitudes, es fascismo, la reencarnación del mal, como definen a la derecha democrática, más o menos adaptada al liberalismo, teoría que defiende la libertad económica y la dignidad del hombre. A este palo vienen jugando desde los tiempos del propagandista Willi Münzenberg en la época de Stalin, como perfectamente explica Stephen Koch en su libro El fin de la inocencia, libro que recomiendo.
Pero la realidad es muy distinta. Tras la caída del muro, tras la mentira manifiesta del paraíso del proletariado, tras el derrumbe económico de las planificaciones socialistas, a la izquierda, por mucho que se rebautice con otros nombres, solo le queda el vacío ideológico, el antiamericanismo, las anacrónicas consignas antiglobalizadoras, el furibundo odio a sus opositores y una desmesurada ambición por el poder. Esta izquierda se niega a admitir lo que hoy es lo verdaderamente revolucionario: el capitalismo, la democracia real, la justicia y los medios de comunicación independientes, la concepción liberal de los derechos del individuo, la libertad en la economía y la reducción del poder del Estado. Y lo que parece una paradoja, la tan manida libertad ya no es bandera de la izquierda, si es que lo fue algún día más allá de la retórica.
Este fervor socialista sirve de guía a muchos intelectuales, periodistas, medios de comunicación y gobiernos, que para disimular sus orígenes se llaman ahora cínicamente progresistas. Y cuando esta izquierda tiene ante ellos, porque ya es imposible ocultarlas, las barbaridades cometidas por los autotitulados salvadores de la humanidad, miran irresponsablemente hacia otro lado. Sólo vale para la historia las atrocidades de los otros, pero las suyas, las de los millones de muertos ocasionados y la pobreza que han creado, llevando con ello a centenares de naciones a la más espantosa de las miserias, jamás querrán reconocerlas. A estos falsos intelectuales, productores de opiniones, les siguen a ciegas legión de incondicionales, que no quieren ver más allá de lo que le dicta su sectarismo, sin comprobar responsablemente la exactitud de sus afirmaciones. Estos ciegos seguidores, tontos útiles, como decía Stalin, son como adolescentes que no se han atrevido a crecer mentalmente; las frases que aprendieron en sus años de juventud las siguen coreando, sin confirmar con la realidad sus principios ideológicos. Siguen a sus emociones nunca a su razón. Es como si tuvieran miedo a presentarse libremente ante su conciencia, hacerse adultos; como si no quisieran aceptar su edad y en su ilusión creyeran seguir siendo aquellos jóvenes desafiantes que aireaban sus ideales. Esta ingenuidad, este infantilismo es el soporte del que se nutre la pervivencia de la idea socialista. Pero cuando la imbecilidad es más fascinante que la inteligencia y tener sentido común es herejía, no puede producirse otros frutos.
En medio de esta base, se encuentra mi amiga Milagros. Pero Milagros, tiene una chispa especial que la diferencia de muchos de sus correligionarios. Es esotérica, conspiranoica, que no sé lo que significa, y cree que los extraterrestres vendrán a destruir al impostor gobierno Usa para establecer la paz mundial. El ataque de ansiedad que tiene la izquierda para destruir al baluarte de la libertad, en casos extremos como es este de mi amiga, llegan a caer en conductas especificamente definidas por la psiquiatría. Ninguna mella le han ocasionado las cartas que le envié para aclarar su confusión. Aunque no tengo afán de hacer proselitismo de mis ideas, reconozco que alguna esperanza puse en la correspondencia. Esperanza valdía. Así pues, que cada cual sea consecuente con su postura, que sólo la conciencia le pedirá cuentas. Y que la ceguera voluntaria arropada por el sectarismo no sea causa de inhibición de culpa ante la humanidad y que no diluya el cariño y la amistad entre las gentes.
Que así sea.
--------------------------------------------------------------------------------------
2. Primera contestación

Ha sido una alegría recibir noticias tuyas. Los recuerdos de aquellos tiempos volvieron fácilmente a mí. Tras leer por encima alguno de los informes de la web que me adjuntas, veo que sigues igual, llena de inquietudes y rebeldía. Es bonito que el idealismo de la juventud siga en tu corazón. Es bonito, pero tiene el riesgo de la inmovilidad. Acaso yo haya envejecido y no vea claramente las promesas de un mundo mejor que las doctrinas anti del momento ofrecen. Salí muy escarmentado de aquella ilusión comunista de mis años juveniles: La redención del hombre, la solución de la pobreza, la verdadera democracia, la libertad soñada y tantos y tantos calificativos que nos hacían llorar de esperanza. Era nuestro refugio, mas cuando el telón se levantó y contemplamos la verdadera magnitud del desastre la ilusión se evaporó: pueblos destruidos económicamente y hombres, que no habían conocido lo que era la libertad ni los derechos del individuo, teniendo que huir desesperadamente al satanizado mundo capitalista y mendigar un puesto de trabajo para que sus hijos no se murieran de hambre. Esto no es un invento mío. Tengo un ejemplo muy cercano en Galina. Y que quede claro que el hundimiento de la tan admirada URSS no fue debido a los cañones de la imperialista OTAN. Fue simplemente debido a su ineficacia económica. La realidad económica es sagrada para que ningún intelectual con falsas promesas quiera cambiarla, bien movido por su resentimiento o por sus principios humanistas pero irreales ante la pobreza y la explotación que sufre el hombre. Con esto no quiero decir que debamos resignarnos. Hay que denunciar y con fuerza lo denunciable. Los elevados aranceles que imponen las naciones ricas a las exportaciones agrícolas de los países del tercer mundo es una aberración, como también es una aberración que los créditos que concede el FMI a esos países no sean controlados y vayan a engrosar los bolsillos de los dictadores de turno. Por supuesto que hay que denunciar esto y múltiples situaciones análogas. Pero siempre mostrando una alternativa seria, fiable, contrastada y lejos de fáciles demagogias que solo buscan destruir de lleno al llamado sistema que, queramos o no, ha traído a una parte de la humanidad el desarrollo y el bienestar de su gente. Y si la otra gran parte de la humanidad no puede disfrutar de ello, tenemos que preguntarnos el por qué. Por qué los habitantes de Corea del Norte padecen la esclavitud y pobreza frente a la desarrollada Corea del Sur. Por qué los cubanos de Miami viven aceptablemente mientras los de Cuba se juegan la vida por escapar del paraíso socialista. Nadie impidió que México y no Japón se hubiera convertido en una potencia industrial moderna. Por qué naciones pequeñas como Singapur, Taiwan, Dinamarca, Luxemburgo, Mónaco, Suiza, etc etc son naciones ricas, sin intervención del imperialismo Usa que tanto gusta airear a los anti, y Nigeria, Venezuela y otras parecidas dotadas de inmensos recursos naturales son pobres. Para no hacer larga la coletilla de por qués, termino preguntando: ¿Por qué se quiere destruir la naciones desarrolladas y no desarrollar las atrasadas?
Está muy lejos de mi ánimo ofenderte. La convivencia de las opiniones contradictorias es la base de la democracia. Y mientras estas no se quieran imponer por la fuerza todas son respetables y deben ser escuchadas. En la dialéctica de las palabras está el camino. Bajo mi opinión creo que es necesaria una claridad en las ideas y que se luche por extender la libertad y la dignidad de la persona, frente al desafinado coro de los pseudointelectuales totalitarios y los demagogos de baratillo. Denunciar sin contrapartidas es muy barato. No obstante voy a leer con detenimiento todas las informaciones que me señalas y con sumo placer te iré detallando, dentro de mis escasos conocimientos pero con la razón libre de prejuicios, las opiniones que considere oportunas.
Sinceramente.....
Juan Antonio
-----------------------------------------------------------------------------------
3. Resumen a generalidades

.....como dije en mi anterior nota te contesto a los argumentos leídos contra la globalización o mundalización. Deseaba haberlo hecho antes, pero un muy cariñoso catarro, sin deseo alguno de dejarme, me lo ha impedido. Ahora, lejos de él y en la paz del domingo de Resurrección, lo hago. Como el tema es largo y, en cierta medida, complicado, lo divido en varias materias: Resumen a generalidades, Liberalismo, Ecologismo y las llamadas Guerras Imperiales o Antiamericanismo.
Como preámbulo, o Resumen a generalidades, te diré que después del fiasco que me llevé con la doctrina comunista, me prometí no entregar nunca más mi fuerza intelectual ni mi ilusión a ninguna doctrina que me indujera a creer en nuevos paraísos en esta tierra de lágrimas sin antes haberla contrastado. Por ello me dediqué a leer seria y objetivamente los pros y contras de la globalización y de la oposición a ella. Y como resultado deduje que este movimiento moderno titulado antiglobalización es el de siempre, el de la izquierda que no tiene remedio ni propósito de enmienda. Esa misma izquierda que fue leninista, estalinista, maoista, socialista de rostro humano, que ha tenido la habilidad de cambiar de piel una hora después de que cada mito de su utopía hubiera sido derribado por la realidad. Y ahora, tras su derrota total, en vez de asumir su responsabilidad ante el desastre que ha ocasionado en los pueblos que han padecido sus doctrinas, se camuflan bajo el nombre de antiglobalización o de un ecologismo demagógico y acientífico. Son los huérfanos postmodernos de Marx, como dice Enrique de Diego, autor junto a Lorenzo Bernaldo de Quirós del libro Nuevos Tiempos, de la caída del Muro a Maastricht (libro que te recomiendo).
Decir esto es ir contracorriente, no es lo que se lleva. Pero los cinco mil quinientos millones de seres humanos que sobreviven con su dignidad aplastada por la pobreza, las enfermedades, la ignorancia y el desvalimiento de los seis mil millones que tiene el planeta, no me permiten dar pábulo a las doctrinas causantes de ello. Estos cinco mil quinientos millones de seres humanos son las víctimas de los totalitarismos, del marxismo-leninismo, de los fascismos, peronismos, castrismos, gadafismos, chavismos y de las teocracias islamitas. En definitiva víctimas de la puesta en práctica de políticas reaccionarias y totalitarias, de políticas socialistas y colectivistas que han impedido desarrollar la libertad personal, motor de todo progreso, y han colectivizado el campo, han arruinado a las gentes mediante la expoliación en beneficio de castas autoritarias y de tiranos, han consumido los generosos préstamos de las instituciones mundiales para corromperse y corromper a sus burocracias, para armar ejércitos y bandas y provocar guerras de exterminio que han ocasionado tremendos exilios forzosos.
Estas ideas son las culpables y no el llamado mundo occidental, capitalista e injustamente tildado de imperialista con EEUU a la cabeza, que gracias a su imperfecta democracia, pero democracia al fin y al cabo, y a sus doctrinas más o menos liberales han conseguido salvar de la pobreza e indignidad a los otros quinientos millones restantes de seres humanos. Lo sensato, lo honrado y, sobre todo, lo ético sería luchar para que los principios que han conseguido tal beneficio de dignidad se extiendan al resto de la humanidad, a esos cinco mil quinientos millones de sufrientes y no querer destruir lo único que, con sus muchos defectos, funciona en este sufrido planeta.
Así pues, después de manifestarte mis pensamientos, puedes deducir que prefiero tener como dirigentes y que los tengan mis hijos y mis nietos a esos Amos del Mundo de las multinacionales que pregonan los informes que he leído en Estrategias Planetarias, que garantizan la libertad y el trabajo, que no los Kim II Soung de Corea del Norte (responsable de la muerte por hambre de cuatro millones de niños), los Sadam Husein, los Chaves o los Mohames de turno de los que nunca he leído ninguna crítica. Cuando más omnipresente es el Estado más pobreza genera. El autor o autores del artículo El fin programado de la democracia parece no darse cuenta de ello. Insistir en la lucha contra la pobreza a través del inoperante Estado es crear más pobres. Al parecer la izquierda, defensora a ultranza de ese Estado, ama apasionadamente a los pobres, ya que los crea a millones. La pobreza siempre la tendremos. Pero hay niveles de pobreza. No es lo mismo un pobre en París o en cualquier ciudad occidental que en Uganda por ejemplo. El nivel económico de un pobre en EEUU, con su televisor incluido, es comparable a un ciudadano de clase media de la India o de clase alta en Cuba (por supuesto sin contar a Fidel Castro, uno de los hombre más ricos del mundo, y a sus adlateres).
Resumiendo los artículos leídos, como el ya mencionado El fin programado de la democracia, Armas silenciosas para guerras tranquilas, Estrategias de manipulación, La cara oculta del 11 de septiembre, El tiempo de la acción ha llegado, La triple huelga para salvar el planeta, LAMI enemigo de la democracia, Las mentiras del liberalismo, Las nuevas guerras del Imperio y Libertad bajo vigilancia electrónica, me reafirmo en lo que leí a vuelapluma: no doy crédito a sus contenidos. El estilo es demagógico y planfletario. Si alguno de sus juicios los tomamos como simple crítica a las muchas que tiene el sistema occidental capitalista que defiendo, (como por ejemplo la red Echelon, abusos empresariales, manejos televisivos, etc) pueden valer, pero si queremos considerarlos como representación de un sistema de valores en los que el mundo pueda confiar para mejorar sus condiciones de vida no valen. No hay en ninguno de los artículos leídos ni la más mínima teoría científica ni realista que pueda sustituir al sistema capitalista actual. El capitalismo no es fruto de una utopía, como lo fueron el socialismo o el fascismo, es la propia realidad de la vida. En definitiva, veo simple manipulación de falsos intelectuales, que cobardemente ocultan sus nombres, con la idea de propagar unas ideas que socaven el sistema que ha salvado de la pobreza y esclavitud a quinientos millones de seres humanos.
Bueno, mi querida amiga, mi ánimo está lejos de querer cansarte ni hacer proselitismo de mis ideas pro occidentales. Simplemente, aprovechando la oportunidad que me ofreciste, expongo mis pensamientos. Y sin querer abusar de tu benevolencia seguiré exponiéndolos en sucesivas correos para completar el cuadro globalizador con mis opiniones sobre el liberalismo, el ecologismo y el antiamericanismo. Claro, si no recibo antes un correo tuyo prohibiendo que te sature con ideas tan nefastas, reaccionarias y poco visionarias propias de un burgués conservador, que son los adjetivos que se suelen emplear en estos casos. Correo que no espero recibir.
Mientras tanto transmite mis saludos.....
Juan Antonio
-------------------------------------------------------------------------------
4. Liberalismo

Al no recibir el no deseado correo prohibiéndome continuar mi perorata contra los antiglobalizadores, sigo con la segunda parte de mi exposición Globalización, titulada Liberalismo.
Honradamente reconozco mis escasos conocimientos en economía para explicar en detalle las consecuencias de las diferentes teorías económicas que la humanidad ha utilizado en su desarrollo. Simplemente intento basar mis pensamientos en la experiencia histórica de los últimos años. Dos corrientes principales con sus variaciones han sido utilizadas: Una, la dirigida por el Estado, utilizada por los regímenes totalitarios comunistas o fascistas y en su banda más blanda por la social democracia. Otra, también con sus múltiples variaciones, la movida por la iniciativa privada, dejando que la realidad del mercado marque la pauta, usada en su parte más dura en los años ochenta por Reagan en EEUU y Margaret Tatcher en Inglaterra.
¿Cuál de las dos ha sido la más beneficiosa para la gente? La propia historia nos ha respondido con el derrumbe de los totalitarismos y la crisis de la socialdemocracia. ¿Que la dureza de los liberales extremistas como Reagan y Tatcher no es la adecuada? ¿Que es necesario un término medio? ¿Qué hay que acercarse más al Estado del bienestar programado por la socialdemocracia? Francamente no lo sé. Ya he dicho que mis conocimientos económicos son escasos. Pero a pesar de ello, lo que si tengo claro porque la experiencia me lo ha demostrado es que la planificación, la intervención del Estado y la falta de libertad en economía no ha funcionado. Así cuando leo el artículo antiglobalización titulado Las mentiras del liberalismo con eslóganes manidos, sin ninguna alternativa a sus pobres argumentos, me cuesta creer en él.
Entonces, me pregunto: ¿Por qué esta tirria a todo lo que huele a liberalismo? ¿Por qué es el enemigo a batir? La única respuesta que encuentro es nostalgia del Estado totalitario, o irresponsabilidad, o ceguera. Parece ser que gritar ¡Muera el capitalismo! es un gesto cultural. Pues nada, que muera, que vuelva a venir el Estado totalitario con sus planes económicos y que sigan las subvenciones y los préstamos a fondo perdido. Que las arcas estatales se quedan sin un centavo. No importa, la máquina de hacer dinero se pone en funcionamiento rápidamente aunque la inflación y el déficit lleguen a las nubes. No importa nada de esto con tal de enterrar a este capitalismo asqueroso causante de los males del mundo.
Pero lo curioso del caso es que a pesar de los gritos de los anti, algo positivo está sucediendo bajo la óptica liberal al comprobar como la confianza en el Estado intervencionista está decayendo cuando vemos que una buena parte de países incluidos los seguidores de las planificaciones socialistas, con excepción de los recalcitrantes Cuba y Corea del Norte, los demagogos latinoamericanos y las tiranías africanas, están en mayor o menor medida acercando sus economías a los postulados liberales. China, aunque políticamente siga aferrado al comunismo, va soltando lastres en materia de dirigismo económico y tomando elementos del mercado del odiado o admirado enemigo. Rusia es un caso aparte, los propios dirigentes del Krelim, sin preparación ni moral, la han llevado a la corrupción y al dominio de las mafias. Rusia, el sueño del proletariado, se está revolcando en la ciénaga que ha creado. ¡Pobre pueblo ruso!, pueblo de desgracias y de desgraciados. ¡Que Dios le ayude!, ya que de los hombres y de sus volubles teorías nada puede esperar. Por eso me aterran las teorías artificiales llenas de palabras huecas, populistas y demagógicas, sin ningún argumento serio y alejadas de la realidad.
Para nosotros, el gran público que se encuentra lejos de los poderes de decisión, ¿qué es el denostado liberalismo, que tanto se critica y, al parecer, tan poco se conoce? En síntesis, con mayor o menor variación, el liberalismo trata de reducir la intervención del Estado a sus funciones clásicas: el mantenimiento del orden público, la defensa nacional, la política exterior, la justicia, la garantía de los derechos de propiedad, el cumplimiento de los contratos y el sostenimiento de una red mínima de seguridad para todas aquellas personas que por las razones que sean no son capaces de sobrevivir en una economía de mercado. En definitiva el liberalismo confía en el individuo, en su capacidad de dirigir su propia vida frente al paternalismo clásico de la izquierda y de muchos conservadores de derechas, ya que considera que el Estado es un permanente creador de pobreza. El Premio Nobel de Economía en 1974 Friedrich Hayek lo preconizó en su libro Camino de servidumbre (libro que te recomiendo) con la tesis de que los avatares de la planificación económica van necesariamente unidos a la pérdida de las libertades y al progreso del totalitarismo, que sin lugar a dudas, así la experiencia lo ha demostrado, nos lleva al desastre económico con sus consecuentes lagunas de marginalidad y pobreza.
Mejor definición del liberalismo, con más claridad y con argumentos mejores de los expuestos por mí puedes leerlo en el artículo de Carlos Alberto Montaner titulado Liberalismo y Neoliberalismo en una lección, publicado en el número 10 de la Revista Ilustración Liberal, y que puedes localizar en la página web libertaddigital.com. Montaner junto a Plinio Apuleyo y Alvaro Vargas Llosa escribió un excelente libro de obligada lectura para quitar las telarañas progresistas que nos impiden ver con nitidez las realidades sociales de Latinoamérica. El libro en cuestión, que por supuesto te recomiendo, se llama El manual del perfecto idiota latinoamericano y español. No es mi intención que te sientas aludida con tal título. Yo lo leí y la ironía de los autores no me afectó.
Bueno, con mas o menos acierto he concluido esta segunda parte. Espero y deseo que el correo que me impida seguir no llegue y pueda concluir mis pensamientos a favor de la globalización con la tercera parte titulada Ecologismo
Saludos cordiales a....
Juan Antonio
---------------------------------------------------------------------------------
5. Ecologismo

Unos días de pereza física e intelectual me han impedido seguir con la correspondencia. Ni tu bonito correo me dieron las fuerzas para continuar. Esto de ser patrón y peón del propio negocio tiene sus ventajas. Hablando de tu bonito correo, me chilló en el oído la palabra ‘consagrado’, menos más que lo pones entre comillas. De lo único que estoy consagrado es en que me den con las puertas en las narices y en saber cada día menos. Los que saben y tienen todas las puertas abiertas son aquellos a los que leo. Pero dejémonos de palabrería y vamos por la tercera, titulada Ecologismo.
Hace unos años cuando el río Elba se desbordó inundando las tierras de Alemania por donde pasaba, escuché en televisión que debido al cambio climático el agua había llegado a una altura de nueve metros, sobrepasando en unos pocos centímetros a la inundación habida en mil ochocientas ochenta (Las cifras son aproximadas, no recuerdo bien la exactitud de las mismas, pero el concepto era el que expongo). Inmediatamente me planteé el normal silogismo: Si ahora, principios del siglo veintiuno, las aguas debido al supuesto cambio climático han llegado a los nueve metros, luego también a finales del siglo diecinueve había cambio climático, ya que las aguas estuvieron muy cerca de esos señalados nueve metros. Si esto es así, ¿a quién culpar de tal desastre cuando el dióxido de carbono que arrojaba a la atmósfera la industria del mundo capitalista de aquellos tiempos era escaso y el satanizado EEUU aún estaba en el cascarón o saliendo de él? Lo mismo puedo decir de un artículo que leí sobre unas pinturas del siglo XIV o XV que reflejaban el río Támesis helado y otras del mismo lugar pero de un siglo posterior en su natural estado o de las riadas que sufrieron las legiones romanas en el Levante español. ¿También la mano del hombre tuvo que ver algo en estos casos? Y si seguimos remontándonos en el tiempo llegamos hasta la era glacial y el posterior deshielo ¿qué explicación damos?
Seamos serios y no nos dejemos llevar por la palabra fácil pero sin fundamento y acojámonos a la seriedad y al método científico. La Academia Nacional de Ciencias de los EEUU publicó en junio de 2001 un informe, fruto de varios años de observación, sobre el manido cambio climático. Tras tergiversar su contenido, los agoreros interesados en el cambio climático, la americana CNN como avanzadilla, pregonaron rápidamente que el calentamiento del planeta es real debido a la acción del hombre. La Academia indignada con aquella grosera falsificación publicó el 12 de julio en The Wall Street Journal lo siguiente:

1. Que veinte años de observación es un periodo demasiado corto para permitir la evaluación de las tendencias a largo plazo.
2. Que la elevación global de la temperatura media había sido de medio grado en el siglo transcurrido.
3. Que el nivel del dióxido de carbono en la atmósfera había aumentado durante los dos últimos siglos.
4. Que el nivel de dióxido de carbono engendra sin duda un efecto invernadero, pero menos importante que el producido por el vapor de agua y las nubes.

Sobre este último punto me viene a la memoria un artículo del que no puedo dar fe de su rigor científico, pero que por su ironía y curiosidad me impactó, el cual lamento haber perdido. Decía el articulista que el metano desprendido de las cagadas de los millones de vacas que hay en el mundo causan a la atmósfera más daño que los desechos de todos los volcanes de la tierra.
Aparte de ironías, parece ser que para los ecologistas beligerantes el único daño que se hace a la atmósfera proviene de los desechos de las industrias capitalistas, en especial de las de EEUU. El capitalismo liberal tiene la culpa de todos los males que padece la naturaleza. Por ahí van todos los gritos, todas las manifestaciones, todas las denuncias. Pero, ¡oh casualidad!, nunca he oído la más leve crítica sobre la industria china o rusa, la más contaminante del planeta. El mar Aral está completamente destruido, no hay peces, la polución en las ciudades es alta, no se dice nada del alto nivel de cáncer existente, de Chernobil mejor no hablar, del peligro mundial debido a sus obsoletas armas nucleares pasemos rápidamente página. Puedo completar el libro de denuncias y me quedo corto. Pero aquí, en occidente, ni una palabra de ello. Cuando Raisa, la hermana de Galina, química de profesión, salió de la ciénaga que dejaron los soviéticos para trabajar en España como interna en el servicio doméstico para no morirse de hambre, me preguntó muy sorprendida por qué los coches en Madrid no echaban humo por el tubo de escape. ¡Sin comentarios! Tampoco, por seguir poniendo ejemplos, veo a los manifestantes protestar ante la embajada de Brasil por las indiscriminadas talas de árboles en la selva amazónica permitida por el gobierno de Lula y el de sus antecesores. ¡Claro, no son los EEUU!
Como verás hay una confusión malintencionada muy grande en este tema. Un ecologismo sincero, con propuestas lógicas, con rigor intelectual siempre será bienvenido. La sociedad libre debe crear libremente sus críticas. La naturaleza hay que cuidarla. Así sucedió en el decenio de los sesenta, precisamente en EEUU que fue donde se inició ese ecologismo. Pero desde entonces ha sido manipulado y desviado hacia un ecologismo político, bajo cuya máscara encontramos las antiguallas marxistas coloreadas de verde, que al contemplar como sus doctrinas se han derrumbado no les queda otra alternativa que culpar a los demás. El culpable es el otro, nunca lo seré yo. Son las premisas del infantilismo y del victimismo imperante como explica Pascal Bruckner en su interesante libro La tentación de la inocencia (libro que también te recomiendo). Nadie está dispuesto a ser considerado responsable, todo el mundo aspira a pasar por desgraciado. La culpabilidad y los deberes son de los demás. Y lo que es válido para el individuo es válido para las minorías, las organizaciones y los países.
Y si dentro de esta irresponsabilidad ante la naturaleza podemos, con matices, salvar a alguien, te diré que, aunque te cueste creerlo, se encuentra en la privatización. Si las ballenas pudieran privatizarse como los toros de lidia o las ostras, nunca desaparecerían. La empresa privada cuida sus materias primas, no así el Estado y más si es totalitario. Siempre ha sido muy barato, como se suele decir, tirar con pólvora del rey.
Vivir como el buen salvaje es puro lirismo. Estaríamos aún en la Edad de Piedra. La civilización actual, con sus múltiples errores e inconvenientes, ha dado a la humanidad un progreso y bienestar nunca soñado. En occidente, se traspasa el umbral de los ochenta con una cierta calidad de vida, la mortandad infantil ha desaparecido y el nivel de vida es muy aceptable si la comparamos con los siglos pasados. (Si por desgracia no podemos decir lo mismo de otras partes de la Tierra, en mis anteriores correos expliqué el porqué) Cuánto hubieran dado los hombres del siglo XV, por hablar de un periodo anterior, con la naturaleza impoluta vivir como vivimos ahora. Y más aún ¡cuánto darían muchos seres humanos actuales alejados de nuestro entorno occidental vivir en él!
No estoy contra el ecologismo. Lo considero necesario mientras éste se encuentre libre de ataduras políticas. Los burócratas verdes en sus despachos además de la ambición por el poder, las prebendas de la poltrona y el deseo de destruir el liberalismo económico no sé lo que buscan. De la labor de los verdes en los gobiernos de Alemania y de Francia realmente desconozco sus logros por un mundo mejor. Las subvenciones a la agricultura europea y los altos aranceles a los productos de los países del tercer mundo están haciendo un daño muy grande a la globalización que impulsa la competencia entre los productos de todo el mundo, lo que resultaría beneficioso para los consumidores y, en especial, para los países pobres. La confusión, como dije, es grande y el lobbie verde no tiene reparos en cimentarla entre las opiniones de los ciudadanos.
Sí a un ecologismo apolítico, científico y realista. No al ecologismo imperante, político, acientífico y no realista. Como muestra de esto último expongo dos ejemplo, de los muchos existentes, que explican claramente lo que digo. Uno, me refiero al estadístico danés Bjon Lomborg, persona de izquierdas, antiguo miembro de Green Peace, autor del libro El ecologista escéptico. En él consiguió rebatir la base supuestamente científica del ecologismo radical usando las mismas fuentes que ellos empleaban, es decir estudiando los datos de las estadísticas oficiales sobre tendencias mundiales. Sus conclusiones son muy contundentes: el alarmismo que nos venden los grupos ecologistas y su coro mediático adosado está, en buena medida, infundado.
Y es que hay que tener sumo cuidado con las propuestas. Hay que tener un rigor intelectual para que no ocurra lo que ocurrió con la malaria que mató a millones de vidas humanas por seguir los consejos de una de las biblias del ecologismo. Y con esto explico el segundo ejemplo. Me refiero concretamente a la Primavera silenciosa, de Rachel Carson, que desde 1962 que vio la luz machaconamente estaba culpando a la lluvia ácida y al DDT de la muerte del ganado y animales de corral. Debido a sus recomendaciones, la Agencia de Protección Medioambiental de los EEUU prohibió el DDT. El mensaje apocalíptico de Carlson caló hondo no sólo en EEUU sino también en Europa. Mientras los ecologistas se frotaban las manos de alegría por el triunfo obtenido y la cuenta corriente de la autora engordaba, las desastrosas consecuencias por aplicar las ideas de Carlson estaban engendrándose. La prohibición del DDT en 1972 en los Estados Unidos provocó una reducción de la producción mundial de DDT y un desabastecimiento en los países del tercer mundo. Hoy por hoy, al menos de 1 a 2 millones de personas continúan muriendo de Malaria cada año. Se han perdido de 30 a 60 millones de vidas desde entonces. Ya que sólo el DDT puede frenar el avance de la malaria por su efectividad y bajo coste, sobretodo en los países más pobres del planeta. Carlson debió quedarse muy satisfecha alarmando de un peligro inexistente que nunca probó científicamente. Tras posteriores investigaciones, la Organización Mundial de la Salud expresaba en el año 2000 la preocupación por las posibles repercusiones económicas y sobre la salud para controlar la malaria de cualquier restricción al uso del DDT.
Mientras que haya personas que jaleen teorías erróneas y con consecuencias mortales como las de Carlson, la humanidad está en peligro. El ecologismo político ha sido y sigue siendo culpable de inventar males y de exagerar otros sin un rigor científico.
De un artículo de José García Domínguez titulado el Gatopardo Verde publicado en La Revista Libertad Digital del 12 de diciembre del pasado año (libertaddigital.com, página web que te recomiendo) saco su final como digno colofón: Siempre el miedo, la ignorancia y la culpa. Alejandro VI, el Borgia más astuto, montó el mayor negocio de la época vendiendo parcelas del Cielo a los ingenuos culpabilizados que compraban sus indulgencias a granel. Si viviera hoy, seguro que hubiese conservado la misma clientela para convertirse en el principal magnate del gremio de la nostalgia del buen salvaje.
Como siempre recuerdos.....
Juan Antonio
-----------------------------------------------------------------------------------
6. Antiamericanismo

Tras varios días metidos en otros quehaceres, por fin llegamos a la cuarta y última sección, que titulé Guerras imperialistas o antiamericanismo. También le podemos llamar La obsesión antiamericana que es el nombre del libro de Jean François Revel que en gran medida ratifican mis ideas sobre el tema, libro que por supuesto te recomiendo. Desde la primera página a la última el libro es una demostración objetiva de las contradicciones y falsedades creadas por el radicalismo antiamericano, que con distintos grados de fervor circula tanto por la izquierda como por la derecha y, en general, por entre una inmensa mayoría apolítica de la opinión pública mundial.
Jean François Revel es un pensador liberal francés, ensayista, editorialista político y académico, de setenta y tantos años, amante del vino y de la buena mesa y un sólido defensor de la lógica y del sentido común. Tuve el placer de escucharlo en un excelente español en una conferencia que dio en la Facultad de Derecho de la Complutense de Madrid. Allí me dedicó uno de sus mejores libros La gran mascarada. Libro que también te recomiendo junto a El conocimiento inútil, que empieza con la lapidaria frase “La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”.
Hago una confesión: Yo era antiamericano, como era manifiesto mi odio a Inglaterra. El franquismo imperante en mis años juveniles inculcó ese odio. Pero, ¿quién pudo meter en mis sentimientos esa tirria a los EEUU? Muy sencillo, un simpatizante de las tendencias comunistas no podía tener otra salida. Mas cuando te desviste de los prejuicios que han conducido tus primeros pasos de ciudadano porque buscas por ti mismo la razón de tus inclinaciones y no das pábulo a lo que rige en el ambiente por el solo hecho de que es el decir de la mayoría, que es lo que se suele llamar lo políticamente correcto, entonces descubres por raciocinio, no por sentimentalismo ni impulsos juveniles, con información veraz y con rigor intelectual, que has estado en el limbo, que has vivido en el puro engaño y que, sin lugar a dudas, has servido con el apelativo de tonto útil a las corrientes que han llevado a la pobreza, a la indignidad y a la muerte a millones de seres humanos.
No hay que poner a los EEUU en el altar de la adoración. No todo lo que viene de allí es de veneración. Su cine violento, su comida rápida, su papanatismo chauvinista y otros conceptos similares me estomagan. Es curioso que estas anomalías son las que la progresía europea copia con los ojos cerrados y sin embargo omite sus principales virtudes que son la democracia y el amor a la libertad. Estos dos pilares les llevan a tener una sociedad próspera, con una economía que marca el barómetro de la economía mundial, una tecnología de primera línea y una cultura exportada a granel. La superpotencia americana, como dice Revel, es el resultado exclusivo de la voluntad y creatividad de los americanos y, por otra parte, se debe a los fallos acumulados por el resto del mundo: el fracaso del comunismo, el naufragio de Africa, las divisiones europeas y los retrasos democráticos de Latinoamérica y de Asia. La revolución, la revolución de verdad, esa revolución que siempre añoramos para el desarrollo de la humanidad no ha ocurrido en Cuba, ni en Rusia ni en naciones similares, sino en California. Y la han hecho los individuos en libertad, no el Gobierno con sus malditas planificaciones.
Por motivo de mi trabajo en Kodak estuve allí cinco semanas. Y no vi a la gente que nos cuenta la propaganda anti. Allí descubrí personas conocedoras de sus derechos como también de sus obligaciones, muy trabajadoras, emprendedoras, conscientes de que sólo su esfuerzo personal pueden abrirles las puertas de las dificultades y no esperar a la sopa boba del papá Estado (muy dado en los ciudadanos europeos y resto del mundo).
Dos veces nos han salvado de las garras del totalitarismo en las dos últimas guerras mundiales. Sus muertos quedaron esparcidos por toda la geografía europea. El coste pagado por ellos de la guerra fría impidió que cayéramos bajo la bota de Stalin. Gracias a ellos no hemos sido satélites de la nefasta URSS. Gracias a ellos no estamos económica y moralmente como Rumania, Bulgaria, Albania, etc. etc. Gracias a ellos Europa pudo recomponerse. Si aciertan, no pasa nada, parece ser que es su obligación. Si no aciertan, como en el caso de Vietnam, se les cataloga de imperialistas asesinos. Claro, ningún medio de comunicación aireará los más tres millones de asesinatos que ocasionó posteriormente el Vietcong, como tampoco ningún medio de comunicación aireará que las monstruosas ideas fascistas y comunistas, a las que combatieron, fueron exclusivas europeas.
La propaganda soviética y sus numerosos repetidores del mundo occidental libre e ingenuo crearon el eslogan: Yankies go home. La Unión Soviética ha desaparecido pero la contumaz propaganda incrustada en la esquizofrenia occidental sigue machacando y creando falsedades sobre EEUU, que harto de repetirse mil veces, acaban convirtiéndose en axiomas.
He dicho contumaz esquizofrenia occidental, porque otra palabra mas adecuada no encuentro. Esquizofrenia es la enfermedad que aleja de la realidad presentando conductas obsesivas. Esto es en gran parte lo que ocurre en nuestro mundo occidental. Habrá que buscar a un psicólogo de altura para que analice el por qué de este comportamiento. Se deberá ello al sentido de la culpabilidad (aquí vivimos aceptablemente y más allá se mueren de hambre). Será motivado por el rencor (si mi mundo idealizado no ha funcionado, tampoco debe funcionar el tuyo). Será por desconocimiento, será por el agravio que se siente ante el poderoso. Dejemos a ese psicólogo de altura que lo analice.
Occidente, es decir, la libertad, siempre ha tenido enemigos y EEUU siempre ha sido el adalid que los ha combatido. Ahora, tras los atentados del 11 de septiembre del pasado 2001 en Washington y en New York y la reciente réplica del 11 de marzo en Madrid, una nueva y terrible amenaza se cierne sobre él. Ahora estamos, aunque muchos no lo vean o no lo quieran ver, en una nueva guerra contra la libertad. La han declarado los fundamentalistas islámicos con la simpatía de los que aún no creen que Marx ha muerto, de aquellos que perdieron la guerra fría y ahora vienen a por la revancha. Todos revueltos confusamente en una “guerra santa” contra la libertad. Revueltos y contradictorios pero con una perversa coincidencia en la estrategia y en los fines: la aniquilación de nuestras libertades. Las pancartas contra la guerra de las muchas manifestaciones habidas con el rostro del revolucionario (admirado en mis tiempos de tonto útil) Ché, las banderas con la hoz y el martillo y las republicanas españolas (con todo mi respeto hacia ella, pero cargada de simbolismo) no me otorgan otra posibilidad para no apuntarme a esa mezcolanza.
A nadie le gusta la guerra, es lo peor que puede ocurrirle al género humano, pero gritar: “No al terrorismo y no a la guerra”, es algo tan inteligente como gritar: “No a la enfermedad y no a la medicina”. Así sucedió en la Europa previa a la segunda Guerra Mundial ante el temor que suscitaba Hitler y mira que ocurrió después. Con gritos de paz, tolerancia y diálogo no se derrotó al fanático asesino creador del nazismo.
Cuando vi por televisión caer las Torres Gemelas de New York sentí que algo mío caía con ellas. Lógicamente no lloré a esos muertos como lloré a los nuestros de Atocha, Santa Eugenia y el Pozo, pero de inmediato comprendí que aquellos inocentes masacrados por el fanatismo musulmán, con el aplauso (esto nadie me lo puede rebatir porque lo he visto con mis propios ojos) de la obsesión antiamericana, representaban mis valores de libertad y democracia. Me di cuenta de inmediato que no iban solo a por EEUU sino por la total demolición de la civilización liberal, de la que EEUU es su principal representante.
¿Qué hacer ahora? ¿Dialogar? ¿Cruzarnos de brazos a esperar estoicamente? ¿Discutir cuál es el mejor camino a seguir?
El terrorismo islámico matará a diestro y siniestro, sin pararse en ambigüedades de guerras de Irak, Afganistán y otras majaderías que los medios de comunicación suelen usar, mientras el mundo occidental seguirá cuestionándose el método de atacarlo, dentro de la estupidez de lo políticamente correcto y de una tolerancia que no existe en los objetivos de ellos. El integrismo islámico lo tiene muy claro. La Sura 4 del Corán es especialmente ilustrativa ordenando la persecución de los que no creen en el islam, la práctica incansable de la guerra santa contra los infieles y el asesinato de los que abandonan la fe predicada por Mahoma. Todo ello forma parte de la esencia del islam.
El islam se encuentra en un callejón sin salida. Sus principios creados para cabreros y comerciantes de la Arabia del siglo VII, no son compatibles con el mundo actual. Una religión anquilosada sin resquicio de modificación, donde los seguidores sujetos implacablemente a sus leyes no ven posibilidad de evolución material. Por desgracia el hombre no vive sólo de espíritu. Enfrente de ella existe un mundo occidental más o menos liberal que da satisfacciones materiales a sus habitantes y las espirituales nadie se las marca, cada uno se las busca libremente. Ante tal panorama, ocurre lo mismo que con los nostálgicos de Marx, el musulmán ciego a sus valores tiene claro quién es el enemigo a batir. Aquél que está demostrando diariamente que los fundamentos en los que basa su existencia no tienen ningún valor para dar satisfacciones cotidianas a sus seguidores. Y si antes no ha declarado la guerra es porque no han podido. Ahora, con dinero del petróleo y con la simpatía de los nostálgicos de Marx, lo han hecho.
¿Acaso Bush debería haberse parado en Afganistán y no haber atacado Iraq hasta haber tenido el acuerdo de una corrupta Naciones Unidas (del plan alimentos por petróleo hay mucho que hablar, como también de la comisión de los Derechos Humanos presidida por Libia, y del veto permamente de cinco naciones) y especialmente con el visto bueno de la envidiosa Francia (con claros intereses económicos con su aliado Sadam)? Posiblemente. Pero ya puestos y en medio de la vorágine de Irak ¿qué hacer? ¿Retirarse como ha hecho España perdiendo con ello el apoyo del poderoso EEUU o seguir hasta la total liquidación de los muhaidines fanáticos?
La retirada del ejército español de Irak con el regocijo de los antiamericanos y el general consentimiento del pueblo español puede traer graves consecuencias para nuestro país. Esto debe saberse. El nuevo presidente del gobierno español, apoyado por la mayoría, ha decidido retirar las tropas. Me parece correcto. En democracia el juego es así. Pero debe saberse las consecuencias de tal acción. No deben ocultarse a la opinión pública con falsedades de que junto a Francia y Alemania nuestras perspectivas de futuro son mejores.
Días después del 11 de septiembre Ben Laden declaró su intención de recuperar para el islam el Al-Andalus, que no es Andalucía sino toda España, menos las montañas asturianas de Don Pelayo. Ceuta, Melilla (no están amparadas por la OTAN) y las Canarias también se encuentra en la mente de los fanáticos y de los menos fanáticos musulmanes entre los que se encuentran, esperando la mejor ocasión, el entrañable ‘sobrino’ de nuestro rey. Me refiero al rey de Marruecos Mohamed VI. Ante esto no podemos esperar la ayuda de Europa, ya lo demostró en la crisis de Perejil, sobretodo Francia que se puso al lado del moro. Quiera Dios y la Virgen, como se suele decir, que nuestro nuevo presidente en su reciente visita a Marruecos se sienta iluminado y siente las bases de una fecunda y eterna amistad con el vecino alauita y que no vuelva a fotografiarse, como lo hizo la vez anterior, ante un mapa de Marruecos con Ceuta, Melilla y las Canarias bajo bandera marroquí. Pero, sin querer ser gafe, mucho me temo, porque conozco la alambicada diplomacia marroquí, que no será así. Sinceramente, no tengo miedo por mí. Ya tengo casi todo hecho. Pero si lo tengo por mis hijos y por mis nietos y por todos nuestros hijos y nietos. Dios quiera que esté equivocado. Que sean elucubraciones mías sin ningún fundamento. Que la invasión silenciosa de magrebíes que tenemos sea simplemente pacífica. Que entre ellos no haya más durmientes fanáticos esperando entrar en acción. Con esto no quiero que me taches de racista xenófobo. Muy lejos estoy de ese apelativo. En mi infancia conviví con ellos. Ya en mi época adulta he estudiado su historia y me he acercado a su tierra en repetidas ocasiones. Su folclore y sus gustos culinarios me atraen. El pueblo llano es muy sencillo y hospitalario. Tengo unos vecinos musulmanes con lo que me llevo muy bien. Pero toda esta gente sencilla, hospitalaria, buena el 11 de septiembre bailó de alegría dando vivas a Ben Laden. Desde esa fecha lo que intuía, pero mi razón no quería admitir, se me reveló de lleno. Desde entonces sin cambiar ni un ápice de posición de atracción y amistad hacia esas gentes, duermo ante ellas con un ojo abierto. Vuelvo a repetir que Dios quiera que sean solamente elucubraciones mías y que la guerra de EEUU contra el terrorismo musulmán sea producto de sus sueños imperialistas, como dicen los anti, y que nuestro tolerante y pacifista presidente Rodríguez Zapatero en Marruecos y nuestro ministro Moratinos en todo el mundo musulmán consigan una fecunda y eterna amistad.
Pero si así no fuera, entonces todos, incluso los que aborrecen a los EEUU, iríamos en peregrinación hasta el Capitolio para pedirles que nos admitieran estar nuevamente a su lado. Que vuelvan por cuarta vez a salvar a Europa de otro nuevo enemigo de la libertad: el totalitarismo islamita. El grave problema es que mientras esto ocurra y la dividida Europa reaccione, España, tierra de paso, se verá envuelta en una situación que no me atrevo a imaginar.
No sé por qué vienen a mi mente las apocalípticas palabras de Nostradamus.
Juan Antonio
---------------------------------------------------------------------------------
7. Terrorismo islámico

.....Aunque he titulado Terrorismo islámico a esta carta, puede perfectamente servir de anexo del antiamericanismo que desarrollé en la anterior, ya que ambos conceptos, por desgracia, están univócamente unidos.
.....Estoy contigo sobre la masacre de Beslan. Ha sido una terrible tragedia. En casa las lágrimas no han faltado y la pena, aunque el tiempo lo apacigua todo, aún permanece en nuestro ánimo y más teniendo presente que el nieto de Galina, con su trajecito nuevo y su corbata de hombre, en ese mismo día fue a su escuela situada a poco más de cien kilómetros de la catástrofe.
También estoy totalmente de acuerdo en tu pensamiento de que si no es made in Usa no hay motivo para la protesta. Como ocurre con la continua limpieza étnica de cristianos de la región sudanesa de Darfur por las pandillas árabes pro gubernamentales, por la que nadie protesta, y como nadie protestó en 1994 ante el escandaloso genocidio de Ruanda.
Lo que no estoy en nada de acuerdo es en que les otorgues el adjetivo de monigotes asesinos a Bush, Blair, Aznar y en cierta medida a Putin. Referente al calificativo de monigotes no les cuadra a los cuatro, ya que monigote es aquella figura que es movida. Ellos no son movidos, ellos tienen voluntad y poder de mover (exceptuamos en estos momentos a Aznar que por propia decisión, cosa extraña en los políticos, dejó el poder). Referente al calificativo de asesinos los tres primeros tienen mi confianza, no así el último por el oscurantismo que rodea toda la política rusa. Asesinos son Fidel Castro, Sadam Hussein, el etarra Urrusolo Sistiaga, los que volaron los trenes en Madrid y las torres gemelas de Nueva York, los que mataron a centenares de niños en Beslan y si nos ponemos de mala leche también puedo decir que asesino (o dejémoslo en copartícipe para disminuir el impacto) es Felipe González, el creador del Gal, que cínicamente da ejemplos de moralidad y azuza a los perros contra los que no los son. También siguiendo con la mala leche y con el cinismo que muestra llamo asesino (o colaborador para disminuir el impacto) al fascista nacionalista Arzalluz, que bien desea recoger las nueces o beneficios que los sicarios de eta van dejando por las ensangrentadas calles de España. Y sin querer bajarme del carro de la mala leche denuncio como asesino (o impulsor para disminuir el impacto) al libro santo de los musulmanes, que bajo bellas frases de amor a Dios hay sentencias de muerte. Y puedo seguir diciendo que asesinos son todos aquellos que siguen ciegamente a estos que he nombrado, bien por simpatía o para disminuir el impacto diré que por ignorancia.
No puedo permitir (dialécticamente, por supuesto) que llamen asesino a Aznar, el hombre sin carisma, aburrido y con mala follá como dicen los de Granada, pero honrado y eficaz, que tras su presidencia ha dejado económicamente a España en un lugar nunca soñado y un prestigio internacional que desde el siglo XVIII nunca hemos tenido. Su apoyo a Bush puede ser o no equivocado. Hay opiniones para todos los gustos. Pero de ahí a tacharlo de asesino hay una abismo construido por la desinformación política y la maldad de sus adversarios. Mi análisis es que las motivaciones de Aznar para apoyar a la política americana en la guerra de Irak, a pesar de la oposición de la mayoría del pueblo y de buena parte de su partido, se centraban en dos puntos principales: Uno, representar un papel importante en la guerra global contra el terrorismo. Dos, considerar de importancia vital para los intereses españoles el conseguir una posición privilegiada en relación con los Estados Unidos. Cosa última que no puede decir nuestro actual presidente, que en su reciente visita a Nueva York ha conseguido reunirse entre otros con Marc Fornés, el presidente de Andorra. Si nuestra política exterior va de esta forma mejor, pues nada, retiro la importancia de ser alguien con respecto a Estados Unidos.
Con relación a Blair y, especialmente, a Bush tampoco los considero asesinos, como nunca he considerado asesinos a Wiston Churchil o a Teodor Roosevelt por las muertes inocentes ocasionadas en la Segunda Guerra Mundial. ¿De qué otra forma se podía combatir el nazismo? El verdadero asesino fue Hitler que la promovió. Las guerras son crueles y, por desgracia para la humanidad, muchas veces inevitables. Es el primer caballo del Apocalipsis. No creo que con flores y palabras de paz se pueda convencer a los que las ocasionan. El mensaje seráfico de nuestro Zp en la Asamblea de las Naciones Unidas es tan irreal como el mensaje hipy de "Haz el amor y no la guerra", que es como mirar hacia otro lado ante el peligro. Esa fue la postura de Chamberlain con Hitler y mira luego que pasó. Tiemblo ante la amenaza de guerra. Pero prefiero antes la muerte que verme sometido por ideas totalitarias.
El dilema actual: Bush o no Bush lo planteo de la siguiente forma: ¿Fue o no Sadam Hussein un peligro para el mundo occidental? Los informes que suministró la Cía sobre las armas de destrucción masiva al parecer no fueron del todo exactos y como consecuencia los motivos que adujo el presidente americano no estuvieron del todo fundados. ¿Fue entonces un error haber empezado esta guerra? Existen opiniones contrapuestas. Antes de expresar mi opinión quiero hacer una radiografía del sátrapa, dictador y asesino Sadam. Aún considerando la inexistencia de las armas de destrucción masiva Sadam era un inmoral que gaseó a su propio pueblo, que mataba sin compasión alguna a quien se oponía a sus intereses sin importarle que fuera de su propia familia, que su guerra contra el vecino Irán ocasionó más de un millón de muertos y más de cuatro de heridos, que invadió Kuwait, que hizo oídos sordos a las advertencias de la Naciones Unidas sobre las inspecciones, que mantuvo a su pueblo en la miseria mientras él engrandecía su patrimonio... ¿Por lo tanto, es para rasgarse las vestiduras por su desaparición? Al parecer para muchos lo es. Para mí no. Se argumenta que el régimen baasista de Sadam no tenía nada que ver con el terrorismo islámico. Entonces, me pregunto: ¿por qué pagaba a las familias de los mártires suicidas el sacrificio de estos?, ¿por qué tenía relación con Atta, el que se estrechó contra las torres gemelas? Y sobre todo, ¿qué diablos hacen los terroristas del islam en el Irak actual impidiendo desarrollar una nación democrática que sería el bastión de libertad en medio de la férrea dictadura musulmana, bien en su aspecto laico como Siria o en su aspecto religioso como es Irán o Arabia Saudí? Que Sadam fuera contrario a Ben Laden, posiblemente. Pero ambos tenían un enemigo común: Occidente, representado por EEUU. Y el árabe ante el enemigo común no tiene escrúpulos de hacer y deshacer alianzas. "Yo contra mi hermano, mi hermano y yo contra mi primo, mi primo, mi hermano y yo contra el vecino, etc. etc." es su lema.
En definitiva para no hacer larga mi exposición me hago la pregunta para apoyar la guerra de Irak: ¿Crees que el islam radical, en el odio a Occidente y en el afán de imponer su doctrina, nos declaró la guerra el 11 de septiembre de 2001? Yo creo que sí. Entonces, ¿está justificado defenderse de ello atacando en cualquier parte de su amplio frente? También creo que sí, aunque la Onu no lo considerara legal. Pero una organización con estructura del 1945, donde una nación, sin importar que defienda o no los derechos humanos, es un voto no puede condicionar mi futuro de libertad en el año 2004 y los venideros. Y el hombre que enarboló la bandera de Occidente ante el peligro islamita fue Bush seguido de Blair y a la cola del furgón Aznar como en su día la enarbolaron ante el peligro nazista Churchill y, posteriormente, Roosevelt. Y no estuvieron los tres solos, con excepción de Francia (con grandes y demostrados intereses económicos con el régimen de Sadam), Alemania (con menos pero no desdeñables intereses) y Bélgica (que no sé sus razones) toda Europa les siguió. Por lo tanto no creo que haya una promoción de terrorismo internacional, como dices tu, por parte de los poderosos de siempre para tenernos aterrorizados, sino un peligroso y real terrorismo islamita que tiene como objetivo dividir a Occidente para dominarlo.
Que acaso debería Bush haber buscado un acuerdo mayor entre los países opositores. Pues sí, posiblemente debería haber tomado ese camino y no el haber ido por las bravas. Critiquemos las formas pero no el fondo.
Este es mi pensamiento sobre el mal llamado trío de las Azores. No es así sobre el enigmático ex kgb Putín, que si tuviera la más mínima semilla democrática, debería dimitir por haber metido a su país en un callejón sin salida con reavivar su guerra chechena, acaso, como bien dices tu, para subirse al carro antiterrorista. O tal vez, porque se viera obligado a reavivarla por la expansión islamita en la vecina república de Daguestán. La lucha de Chechenia por su independencia es secular. Se remonta a los tiempos de los zares. A pesar de que Stalín los destrozara, enviando a gran parte de su población a Siberia, su espíritu nunca decayó. Con el borracho Yeltsin tuvieron la ocasión de emanciparse, pero las bombas de Moscú, supuestamente puestas por los servicios secretos de Putin, volvió a renacer la guerra, ahora recrudecida con la ayuda del terrorismo islamita. Sus últimas palabras de guerra preventiva tras el terrible atentado son simples bravuconadas por mucho que diga el artículo que adjuntas de Manuel Freytas sobre la correspondencia con la industria militar rusa. La situación es muy difícil por estos tres motivos: a) Rusia no tiene poderío militar para hacer frente al terrorismo checheno. b) Europa y Usa se escandalizan de la actuación del corrupto (venden armas a los enemigos) ejército ruso con sus masacres entre los civiles. Y c) Dar una victoria a los terroristas sería para Occidente una desgracia. Alea jacta est (la suerte está echada). El problema es que no sabemos de qué lado caerá.
Siguiendo con el mencionado artículo tomo una flor del mismo que me desconcierta: "Para Bush tanto como para Putin, la lógica "contraterrorista" se sustenta en una lógica capitalista de mercado". Bueno es saberlo por si mi vecino me pega una hostia y yo le responda con otra. Sabré que mi reacción se debe solo y exclusivamente a la lógica capitalista del mercado. No a que mi dignidad ha sido pisoteada. Aquí con echar culpas fuera y buscar justificaciones y no acusar las razones en las que se mueven los asesinos terroristas, vale todo.
Que manía con esos lobbies poderosísimos del artículo de Rafael Ramos que mandas. Las aeronáuticas, farmacéuticas, automovilísticas, petroleras e, incluso, las armamentísticas crean riqueza, dan trabajo y sus avances tecnológicos nos hacen la vida más cómoda. En una palabra estos malévolos asquerosos son la columna vertebral del mundo occidental. Bush tiene sus lobbies como Kerry tiene los suyos. Que quieran defenderse y buscar su predominio es lógico y natural. Cualquier animal, poniéndonos en un nivel biológico, tiene idéntica forma de comportarse. Ya te dije en aquellas series de artículos que te envié la primavera pasada, que prefiero tener como columna vertebral de mi sistema a estos supuestos canallas que me otorgan y otorgaran a las generaciones venideras los beneficios aludidos que tener las bases del Corán o los principios marxistas. Posiblemente haya una cuarta dimensión que no se nutra de los principios del capitalismo, islamismo o marxismo y en la que todos seamos hermanos, el egoísmo desaparezca de nuestros corazones y la paz reine en este purgatorio llamado Tierra. Pero que yo sepa aún no se ha descubierto. Cuando así suceda y Dios quiera que pueda verlo, engrosaría sus filas. Pero de momento lo que oigo son cantos de sirena, palabras celestiales sin base ni fundamento. Poesía y sueños. Quimeras bien intencionadas y odios contra el sistema, maldito y canallesco, pero que es el único que de momento da bienestar a los que están bajo él.
Bueno, bueno, tomo la pluma (en este caso el teclado) y no me doy cuenta que me estoy pasando. Así pues, para no cansarte más con mi perorata paro.....
Juan Antonio
-----------------------------------------------------------------------------------
8. Va de infarto

El pasado veintrés de febrero tuve un infarto. Era un día de nieve y de recuerdos golpistas. Vino cuando salía del gimnasio. En principio no consiguió tumbarme y pude llegar al ambulatorio. De allí me llevaron al hospital Puerta de Hierro y tras una semana de atenciones y cuidados pude salir verticalmente; es decir, no salí como vulgarmente se dice con los pies para delante. Me efectuaron dos cateterismos; uno por la radial o muñeca y otro por la femoral o ingle. Dentro de un mes y medio me harán un tercero, ya que al parecer tengo el corazón fuerte pero las arterias más viejas que el toser. Consecuencias de mi hipertensión. Con la buena dosis de pastillas que me han recetado, una comida sana con 0% de grasas, sin cigarrillos ni alcohol, puedo reponer para muchos años mis cañerías. También me aconsejaron evitar discusiones acaloradas y disgustos emocionales. Aquí, los seguidores del Atleti lo tenemos difícil. Aunque no es mi caso, acostumbrado a verlo perder, me emociona cuando gana y como eso ocurre tan de tarde en tarde, no hay problema. Bueno, esto es broma. Lo digo para darle una chispa de gracia a la tragedia. Un pimiento me importa el futbol. Otro pimiento debería importarme la política y la situación social, tanto de mi país como el resto de países. Pero no es así. Hoy once de marzo es un día triste, imposible de olvidar. La miserable política que me rodea y la canalla mediática martillean mi cerebro. Hago esfuerzos para que no lleguen a mi lastimado corazón. Espero conseguirlo. No por mí, francamente no tuve miedo al más allá, iba tranquilo. Pero lo tengo por la gente querida que me rodea. El sufrimiento de mis hijos, de Galina, incluso de Mari Carmen y de tanta gente cercana me dan las fuerzas necesarias. Así pues, recojo los versos de un cura de la Alpujarra, que Pedro Antonio de Alarcón, escritor granadino del diecinueve cantó:

Dejadme deseos y cuidados,
dejadme que tranquilo aquí respire,
estos aires purísimos, delgados
y de Dios la onmipotencia admire.

Que así sea. Y si los catalanes hacen esto, que lo hagan; si los vascos hacen lo otro, pues lo mismo; si Zapatero hace el imbécil, está en su estilo y si el otro, Rajoy, hace el tonto, es su problema. Que así sea igualmente para Europa, si sigue dividida discutiendo sobre el sexo de los ángeles ante la amenaza islamista, pues nada a ponernos chilaba y vosotras el velo, que seguro no nos sentarán nada mal. Y si tenemos que volver a alzar el puño para cantar la Internacional, a cantarla. Aunque en este caso, me daría de baja del coro por afonía.
Bueno, mi querida amiga, después de todo, con miedo o sin miedo, es un verdadero placer volver a charlar contigo, aunque sea a través de este medio tan sofisticado.
Con recuerdos a.....
Juan Antonio
----------------------------------------------------------------------------------
9. Gracias y lejos de polémicas terrenales

Mi querida amiga Milagros
Leo con cariño, interés y agradecimiento tu correo. Efectivamente algo ha cambiado, sino el fondo, porque un árbol añejo es difícil de mover, sí, en cierta medida, la forma de ver lo que existe a tu alrededor. Aunque lo sabemos, pero al comprobar por uno mismo la fragilidad de nuestra existencia, el pensamiento se vuelve más íntimo, alejándose tranquilamente de polémicas terrenales. Con estoy no quiero decir y, con ello siento desilusionarte, que haya cambiado de ideología, o en todo caso depurándola como me dices. El conjunto de ideas fundamentales que caracterizan mi pensamiento no ha variado un ápice. Creo que el liberalismo, con sus muchos defectos, es el único sistema social, político y cultural, conocido hasta hoy, que puede dar a la Humanidad satisfacciones de bien estar económico, y que el resto de ismos, como el socialismo, tanto en su faceta real como democrática, los nazismos, los estados islámicos y todo el conjunto de sistemas demagógicos y totalitarios sólo traen falta de libertad, degradación de la persona y desgracias para el conjunto, con excepción de los que están en el poder. Esta conclusión que me ha costado mucho esfuerzo, en años y reflexiones, no la voy a cambiar. Otra cuestión diferente, que no tiene nada que ver, o poco que ver con ella, es la cuestión espiritual. Es decir los pensamientos propios relacionados no con el mundo, sino con uno mismo y el entronque con lo que llamamos el más allá, y bajo esta perspectiva la convivencia con nuestros semejantes. Aquí, como creo ya te dije, cada persona, libremente algunas y dirigidas la mayoría, buscan su propia solución.
A pesar de que en estos momentos para las cosas del mundo mi ánimo se encuentra lejos de polémicas, (que es lo único en lo que he cambiado), te agradecería que me aclararas eso de que un nuevo mundo está a punto de nacer. ¡Cuánto me gustaría que así fuera! Deseo que el parto sea pronto y fructífero. Ya te comenté al final de la última de mis largas cartas sobre disquisiciones políticas que: posiblemente haya una cuarta dimensión que no se nutra de los principios del capitalismo, islamismo o marxismo y en la que todos seamos hermanos, el egoísmo desaparezca de nuestros corazones y la paz reine en este purgatorio llamado Tierra. Pero que yo sepa aún no se ha descubierto. Cuando así suceda y Dios quiera que pueda verlo, engrosaría sus filas. Pero de momento lo que oigo son cantos de sirena, palabras celestiales sin base ni fundamento. Poesía y sueños. Quimeras bien intencionadas y odios contra el sistema, maldito y canallesco, pero que es el único que de momento da bienestar a los que están bajo él.
Por ello, te agradecería me ampliaras noticias de ese cambio positivo a un mundo mejor. Aunque, en realidad, a pesar de la tanta desgracia que existe, hoy a principios del siglo veintiuno, la Humanidad vive mejor que a finales del diecinueve. Pero si es verdad eso que dices que muchos están trabajando para conseguir el sueño de los hombres en la Tierra, me gustaría saber quienes son esos altruistas, a qué se dedican, cuáles son sus principios éticos y, principalmente, cuáles son sus fuentes económicas.
Con saludos.....
Juan Antonio.
-------------------------------------------------------------------------------------
10. Extraterrestres y otros asuntos

.....tengo que buscar con dificultad las palabras para contestar a tus últimos correos. Francamente, aún no me he repuesto del impacto causado por ellos. Bien me lo dices. Empezaremos diciendo que tu planteamiento me han hecho retroceder treinta o cuarenta años, cuando en mi ignorancia e ilusión creía en todo lo creíble e increíble. Yo era de los que iba buscando ovnis tras las nubes hasta que un atardecer, ya metido en el camino de la lógica, me topé con uno. Por lo menos así pude considerarlo. De eso hará unos diez años. Desde un cuarto anexo a la cocina de mi anterior casa, en la avenida del Manzanares, vi una luz intensa entre dos edificios colindantes. Era del tamaño de una señal de tráfico, estaba a no mucha altura y permanecía fija. Llamé a mi hija y a su novio, ahora marido, que se encontraban allí. Los tres supusimos que podía tratarse de un helicóptero de la policía, que solía rondar por esa parte algunas noches; pero por su quietud y la amplitud del foco desechamos tal conjetura. ¿Podía entonces haberse tratado de un globo sonda? Podría. Pero lo curioso del caso fueron los destellos verdes que de vez en cuando, como si fuera el reclamo de una feria, cubrían su diámetro. Así estuvimos unos buenos quince minutos, hasta que debido a la rotación de la Tierra, fue desapareciendo de nuestra visión. Rápidamente subimos a una azota cercana y ya no vimos nada. Como nada apareció en las noticias del día siguiente. ¿Lo que contemplamos fue realmente un ovni? Si el acontecimiento hubiese ocurrido veinte o treinta años atrás, por supuesto que hubiera dicho sí sin dudar. Pero ocurrió hace solo diez años, cuando mi raciocinio estaba venciendo a mi fantasía; por lo tanto la respuesta ya no era tan contundentemente afirmativa. Tampoco pude considerarla negativa, ya que tenía los mismos elementos de juicio tanto para una o como para la otra. Así pues, pasados los años, digo sencillamente: no lo sé. Y añadiría más: ni me importa. Ya que ¿por qué voy a desvelarme por lo que no tiene explicación dentro de mis coordenadas intelectuales? Acaso, buscando un símil, los humanos, y naturalmente yo con ellos, vivamos en un mundo de gusanos y los supuestos extraterrestres estén en el de las águilas. ¿Qué van a entender aquellos de las inquietudes y deseos de éstas?
La postura es clara: Sería de soberbia decir que estamos solos en el universo. Posiblemente existan otros mundos, y dentro de esta posibilidad, podrían existir diferentes escalones de inteligencia y desarrollo técnico y/o espiritual. Lo que ya tengo menos claro, aunque con mucha evidencia podría llegar a entenderlo, es la comunicación de esos mundos con el nuestro. Y lo que ya me descabala por completo y definitivamente me obliga a considerarlo como una patraña es cuando me dices que la paz mundial vendrá en el momento que sea derrocado el impostor gobierno Usa.
Te pregunto: ¿El por qué de tanto odio a EEUU? ¿Por qué no dirigís vuestras quejas contra los sucesores del nazismo y del comunismo, es decir, contra Putin, Fidel Castro y tantos otros que tienen a millones de seres humanos en la más vil de las pobrezas y de las indignidades? Francamente no lo entiendo. No lo entiendo y me descorazona. Intento utilizar la palabra con delicadeza y respeto para no ofenderte, ya que está muy lejos de mi estado de ánimo y del cariño que te tengo. Ni el fascismo ni el comunismo han conseguido eliminar a los EEUU, el representante de la libertad, ni el islamismo, a pesar de la política antiamericana de Europa, lo conseguirá. ¿Tenéis, entonces, que recurrir a utópicas fuerzas extraterrestres para lograrlo? Me gustaría saber el por qué de tanto odio. Dime alguno de los muchos motivos, que supongo tenéis, para mantener tal postura. Uno sólo, por favor. Uno sólo que no tengan otras naciones, uno sólo que sea exclusivo de ellos y que me sirva para condenarlos. Si EEUU desapareciera como tal, además de perder al defensor de la libertad y, con ello, de la dignidad humana, factores de vital importancia para mí, la investigación científica y el desarrollo técnico, que tanto bien hace a la humanidad, quedarían sensiblemente mermado. ¿Quién iba a sustituir la enorme aportación que hacen al mundo? ¿El benefactor Gadafi o el también benefactor Chaves, que en un año de mandato populista ha incrementado la pobreza en un diez por ciento más de lo ya tenía Venezuela?
Me parece, mi querida amiga, que estamos hablando en idiomas diferentes. El mismo léxico, pero distinto significado. Para mí el adjetivo impostor, según el Diccionario de la Real Academia Española, tiene tres significados: 1. Que atribuye falsamente a uno alguna cosa. // 2. Que finge o engaña con apariencia de verdad. // 3. Suplantador, persona que se hace pasar por quién no es. Y ninguno de ellos le cuadra a un gobierno elegido libre y democráticamente por sus ciudadanos. Acto que no ocurre en gran parte de las naciones de esta sufrida Tierra, en donde sus habitantes, súbditos sujetos a las voluntades de los dirigentes, no pueden acceder a la categoría de ciudadanía, como ocurre por ejemplo en las dictaduras musulmanas o con las pseudo democracias, que sólo tienen de nombre cuando llaman a sus habitantes a votar cada cierto tiempo, para olvidarse luego de sus programas y obligaciones. Ahora, si lo excelente para ti es que la libertad y la democracia no tienen ninguna importancia, está bien tu planteamiento. Pero para mí no vale, para mí la libertad y con ella la dignidad del individuo, es el mayor bien que puede poseer el hombre. Y EEUU me da esa garantía. Ya te dije que en el transcurso de la historia reciente me lo ha demostrado en cuatro ocasiones.
Después de esta diatriba, puedes pensar y no te equivocas, que no creo en absoluto el punto de vista que expones. Sí a la probabilidad de vida en otros mundos. Dudas, muchas dudas, muchísimas dudas sobre los contactos. Y no a ese canto quimérico de paz mundial como consecuencia del derrocamiento del gobierno de EEUU. Este argumento es el que tienen los nostálgicos del marxismo y los fanáticos islamitas. No creo que estos supuestos seres venidos del espacio, desarrollados intelectual y espiritualmente, tengan sus mismos fines
Antes de contestarte estuve indagando por medio internet en el mundillo extraterrestre. Poco ha variado su literatura desde mis tiempos de iluso. No soy nadie ni tengo conocimientos para hacer una critica de sus argumentos. ¿Que puede ser una visión arquetípica que se origine en el inconsciente colectivo? ¿Que tiene un paralelismo con elementos de procedencia mitológica? ¿Que es un fenómeno entre el psiquismo y la existencia material? ¿Qué es una realidad tangible y que dentro de breve tiempo se revelará a todo el mundo? Como se suele decir, ni pajolera idea. Lo importante es que dan un sentido a tu vida y enlaza, en cierta medida, con el esoterismo que tanto te llena. Con esta conclusión es suficiente y mis apreciaciones deben quedar totalmente al margen.
Hablando de esoterismo, que más serio me parece el tema, te deseo mucha suerte en el sendero que escojas y no entres en ninguno de los muchos que llevan al desequilibrio. ¿Qué significa ser conspiranoica? Según deduzco es aquella persona que no cree en lo que cuentan los medios de comunicación, o ¿tiene algún otro sentido? Estás en tu derecho en no creer que un tsunami ha arrasado pueblos enteros, que el eterno príncipe Carlos se va a casar mañana o que el Papa ha muerto, simplemente porque los medios lo comunican. O quizás te estés refiriendo a la interpretación de la noticia. Claro, no es igual la explicación de un mismo asunto dada por la televisión oficial, la Ser o el periódico El País que por la Cope, Onda cero o el periódico El Mundo, por poner un ejemplo de la política nacional. Supongo que te referirás a eso, al matiz del suceso, y lo que desechas son las explicaciones bajo un tinte mundano, alejadas del mundo espiritual. ¿O tiene otra explicación?, porque, en verdad, no entiendo eso del Poder Establecido y las doscientas familias con sus lameculos anexos.
Leo la pequeña nota que me adjuntas de San Agustín. Preciosa, pero no me vale. Haces trampas, amiga mía. Y las haces por duplicado. Una, el obispo de Hipona escribió su inmensa obra entre finales del siglo IV y principios del V. En la sociedad de entonces no existían, ni por lo más remoto, los principios fundamentales de libertad y democracia: la independencia del poder judicial del ejecutivo, medios de comunicación autónomos, la libertad de mercado, los derechos humanos y, sobretodo, la dignidad del individuo vivían en los sueños de los justos. En las sociedades de ahora, sobre todo en el ‘malvado’ EEUU, un presidente, como Nixon, pudo ser derrocado, por el solo hecho de mentir. Por lo tanto, no me compares sociedades. Bastante ha sufrido la humanidad para haber alcanzado unos valores, para que vengan a desprestigiarlos con una simple y maniquea tergiversación de los hechos. Eso si que es piratería, cinismo y mala fe, y no lo que acusa el santo, que bien valía para la sociedad en la que vivía y no para las sociedades libres, especialmente la ‘nefasta’ nación norteamericana. Donde si hay que aplicar sus sabias palabras es en aquellas sociedades que, por desgracia, aún viven en los principios del totalitarismo. Dos, de la extensa obra de San Agustín no se puede extraer cuatro párrafos para justificar un pensamiento. Tanto en sus Soliloquios, diálogos para hallar un fundamento racional y filosófico a la fe cristiana que había encontrado, como en sus treces libros de Confesiones y, especialmente, en su gran obra de veintidós libros De civitate Dei o La ciudad de Dios, el docto santo juzga con enervante dialéctica el sentimiento de culpa por las inclinaciones mundanas; la libertad perdida por la permisividad; la necesidad del progreso de su alma, lejos de la satisfacción de los sentidos, teniendo como referente el conocimiento de Dios, introduciéndose en la complicada simbología de la Trinidad; las falsas grandezas terrestres; la incapacidad de la vieja religión y del paganismo en dar la felicidad ni en esta vida ni en la futura; la lucha terrenal de la iglesia militante para acceder al reino de los cielos, etc, etc, etc. O sea, nada que ver con la supuesta piratería de los EEUU. Dile al amigo que te mandó la nota, que hay que ser serios.
Referente al segundo artículo que adjuntas, Denuncia por genocidio con relación al "negocio de las enfermedades’ no voy a ser tan beligerante porque vislumbro que algo puede haber de acusación en ello. Acaso el enunciado de Denuncia por genocidio sea excesivo. Porque si nos ponemos en el plan de repartir castigos, en justicia también habrá que dar premios. ¿Cuántos miles o millones de vidas ha salvado la negociante industria farmacéutica con sus productos? Está bien la crítica, por supuesto que existen otras alternativas, es cierto que la poderosa industria tiene sus tentáculos bien afianzados en las universidades, en los medios de comunicación y en los gobiernos, como también es verdad que intenta apoderarse de herbolarios y no dejar resquicio a otras opciones. Todo esto es real, tengo una amiga con amplios y profundos conocimientos, es una erudita en la materia. Por medio de ella sé algo del asunto. A veces, leo la revista Dsalud, pese a que su director, un tal Campoy, es un miserable, tengo razones para decirlo, y del doctor Rath, que me recomiendas leer, he oído algo. A pesar de ello, cuando me dio el infarto, no busqué la solución en los herbolarios ni en el brujo del pueblo, que no sé si lo hay, fui inmediatamente al ambulatorio donde unas pastillas de Cafinitrina, que fabrican estos negociantes del infierno, me dieron el suficiente aliento para poder llegar al hospital. Y ahora con otras pastillas, también fabricadas por estos negociantes del infierno, están arreglando mis deterioradas arterias. ¿Qué puedo tener otra alternativa? Posiblemente. Pero de momento haré caso al médico que me atiende cuando me dijo que él estaba al tanto de las muchas teorías que hay sobre el tema, pero que en realidad no había nada definitorio para escoger una metodología de total y exclusiva confianza. Así pues, a pesar de las injusticias y abusos que cometen estas mafias del diablo que son las farmacéuticas y como no sé dónde acudir, iré a los médicos oficiales que distribuyen sus productos. En la denuncia sí estoy contigo, porque el monopolio, la falta de libertad y el abuso de poder, debe ser constantemente denunciable. Pero, siempre tendré un pero en tus exposiciones: aquí hay un punto que no entiendo, digamos un punto algo oscuro: ¿Por qué la mayoría de los acusadores se encuentran en la órbita antiamericana, proclives a los sistemas socialistas? Tal vez sea, que cualquier investigación objetiva que acusa a las farmacéuticas, sin ningún matiz político, inmediatamente se apoderan de ella los cínicamente llamados progresistas para conseguir sus fines. Bueno, querida amiga, como este punto es largo y el cansancio está haciendo mella, lo dejo para otra ocasión.
Pero antes de terminar quiero resaltar unos párrafos tuyos sobre el genocidio del 11M que dices estar en convivencia con Aznar y su camarilla, que no en vano pertenecen a la misma Logia. A continuación comentas que estas afirmaciones son tremendas como tremendas son sus irresponsabilidades, sus crímenes y genocidios. Sinceramente y sin enfados, tremendas e irresponsables son tus palabras. No sé si producto de la ignorancia, del fanatismo, del sectarismo o del odio que te han inculcado por todo lo que no cuadra en el esquema que da sentido a tu vida. No sé si merece la pena contestarlas. No obstante te diré solamente: Posiblemente Aznar haya sido imbécil, ¿pero a tanto puede llegar la imbecilidad de colaborar él mismo con los asesinos que pusieron la bomba que lo destruyó? ¿Has oído hablar de Fernando Huarte, dirigente del Psoe en Asturias, amigo íntimo de los musulmanes que pusieron las bombas en los trenes? ¿o de un tal Kalaji, policía nacional, socialista y de origen sirio? ¿o de la trama asturiana y de las tantas preguntas que han quedado sin contestar en la comedia montada en la Comisión del 11M? ¿Quiénes se han beneficiado de la terrible desgracia? Por simple lógica, no creo haya sido Aznar. Los beneficiados han sido el Psoe, los nacionalistas, Marruecos y Francia. Busca entre ellos la Logia masónica que cambio el porvenir de España. Cuando cualquier policía del mundo investiga un asesinato, lo primero que hace es indagar entre los beneficiarios de él, busca, pues entre ellos. Y de esto no quiero seguir hablando porque creo gastar mis palabras y mi energía inútilmente.
Te deseo mucha, muchísima suerte en tu camino esotérico. De momento estoy alejado del mundo del espíritu. El nombre de Dios me conmueve, mas las dudas y las dificultades se amontonan para dar con la senda que me lleve hacia Él. Rezo para encontrarlo algún día.
Juan Antonio.
-----------------------------------------------------------------------------------
ANEXO. Ojalá pudiera hablar de estas cosas con mis padres
Bienvenidas sean tus noticias. Gracias por tu interés por mi salud. De momento va viento en popa. Ya voy al gimnasio, ejercicios suaves y comida sana. Esto me recuerda el chiste del cura y el rosario. Érase una vez un cura ya de edad que vivía en un pueblecito apartado atendido por una ama. El obispo de la diócesis en una visita rutinaria le pregunta: “¿Cómo va, padre, en este pueblo?” A lo que contesta el buen hombre: “Pues mire usted, aquí con mi café y mi rosario lo paso estupendamente. A propósito, señor obispo, ¿quiere usted un cafelito?” Ante la afirmación del obispo, el cura alzando la voz dice al ama: “¡Rosario trae un café para el señor obispo!” Hay chistes mejores, pero este antiguo se asemeja a mi estado actual. Y que dure mucho tiempo y que usted lo vea, como se suele decir.
Del chiste paso a la broma, porque broma parece ser el artículo que me mandas ‘El urano empobrecido es un ADM’ y no lo digo por los datos científicos, que pueden ser ciertos, y como tal lo tomo, ya que no tengo conocimientos científicos ni para rebatirlos ni para confirmar su veracidad, sino por el antiamericanismo que rezuma cada una de sus palabras, porque al parecer los únicos de este valle de lágrimas que tenemos por mundo que usan armas crueles que matan con mala leche son los norteamericanos y, lógicamente, los judíos; las demás naciones, razas y regímenes sus armas tiran pétalos y bombones de variados sabores. Y es que esta hartura anti yanki que circula hay que tomarla a broma para no caer en el desánimo. Que los gobiernos de Estados Unidos, y sobretodo si son republicanos, son unos criminales y la peor lacra que tiene la humanidad, el mal en toda su extensión, el verdadero Satán, ya lo sabe todo el mundo, con excepción de unos escasos fachas, retrógrados sin vendas en el razonamiento. Así lo dictó la sublime progresía y así tiene que ser. No hay otro remedio. Lo que no sé es donde mora esa sublime progresía, ¿en el Kremlín? ¿en la Lubianka? ¿en la Meca? ¿en el hotel Bilderberg de la localidad holandesa Oosterbeckl? ¿O sigue aún recorriendo sus quimeras entre los bellos prados de Baviera? ¿O acaso sus secretas decisiones todavía sigan estancadas entre las paredes del Congreso de Viena de 1815? Sea donde fuere, el caso es que el mundo, menos esa mencionada excepción, repite una y millones de veces hasta el hastío que el verdadero Mal de esta Tierra es el gobierno de los Estados Unidos de América. No hay otro. ¿Qué le vamos hacer? Ya sabemos que Carlos Marx fue un nuevo Jesús, que Lenín y sus discípulos Beria, Stalín, Dzerzhinsky, Mao, Kim Il Sung, Pol Pot, Ceaucescu, por nombrar a los más sobresalientes, fueron unos santos que lucharon por el bien de la humanidad. Ellos pasaron a la eternidad, pero legión de seguidores de sus enseñanzas siguen en la lucha. También sabemos que otros mesiánicos, como Hitler y sus imitadores, por mucho que quisieron pasar por otro Jesús, no llegaron a tanta altura. Fueron defenestrados y condenados al infierno. ¡Bien hecho, no merecieron otro castigo! Pero no hay que temer, no nos quedamos sin enemigos. Los gobiernos de esa maldita nación del norte de América, llamada Estados Unidos, bien se merecen el premio de sustituirlos. Sin ellos la Tierra sería una balsa de paz. Tienen la culpa de todo. Bueno, para hablar con propiedad ellos y los judíos. Son los virus que se filtran por conciencias y cuentas corrientes. Son culpables de guerras y calamidades, de la pobreza en el mundo, de la irritación de los humildes musulmanes, de la subida de la gasolina, del encarecimiento de medicamentos y legumbres, de la erupción del Pinatubo, el Vesubio y demás volcanes, del deshielo y de la desertización, de todas las catástrofes habidas y por haber, e incluso hasta del forúnculo que me salió en reservada parte en 1982. ¡Qué asco de nación! Sin ellos, Europa y con ella buena parte del mundo hubiera sido una pacífica balsa comunista o nazista, ¡qué más da!, cualquiera vale para tener la deseada paz de los cementerios. Sin ellos, esa negra palabra llamada libertad no estaría horadando las conciencias de los individuos. Sin ellos la democracia, que tanto daño hace, sería solamente una palabra sin fundamento. Sin ellos, no existirían las espaldas mojadas y los balseros cubanos. Sin ellos, los malditos adelantos científicos y técnicos no estarían dañando a nuestra amada Tierra. Sin ellos, la comida rápida, la coca cola, el rock and rock, el jazz, los supermercados, el cine de Hollywood, y no sé si el chicle y otras minucias no estarían emporcando nuestra vida cotidiana, nuestra vida sería más pura y natural. Sin ellos, posiblemente los fanáticos musulmanes, que quieren llevarse por delante a sus correligionarios y a los que no lo son que no comulgan con sus objetivos, no tendrían freno y esto es una pena que suceda, ya que llevar velo o burka es de acentuada modernidad. Y por último, sin ellos, los Chaves, Maradonas, Castros, los Noam Chomsky, los Moore y los millones de incorregibles que les siguen se quedarían sin argumento y muchos de ellos sin modo de vida. Así pues, muy cruel el uso del urano empobrecido como son de crueles todas las armas que el ser humano ha tenido en sus manos desde que encontró en su camino la simple piedra para matar a su hermano. Espero que en la próxima los amigos que te mandan tan sugestivas noticias, encuentren alguna referente a las maldades que cometen el resto de gobiernos de esta sufrida Tierra. Acaso esperaré en vano, ya que probablemente no la encuentren. Al parecer la maldad nace exclusivamente en este espacio llamado EEUU. ¡Qué broma de tan mal gusto!
Mucho más conmovedor me pareció el artículo sobre las madres, que bien podía ampliarse también a los padres. Es sabio en todos sus puntos, pero el que se pregunta uno en los últimos tramos de la vida: "¡Ojalá pudiera hablar de estas cosas con mis padres!", es de emocionado recuerdo.
Un abrazo para ti y tu encantadora familia.
Juan Antonio.
------------------------------------------------------------------------------------

No hay comentarios: